Dolthink - Control de Accesos, Biometrías y Seguridad
¿Sabéis qué es la huella digital? Y no me refiero a la huella dactilar. La huella digital está definida por nuestro comportamiento en internet. Se forma a partir de cómo nos comportamos en la red, qué decimos, dónde nos registramos, las aplicaciones qué usamos…Todo esto podría ser visto por otras personas o almacenado en bases de datos.
Situaciones en las que dejamos nuestra huella en la red
- Redes sociales: en las redes sociales dejamos constancia de muchos datos personales. Nuestros viajes, gustos, acciones diarias, imágenes…
- Sitios Web: al visitar páginas nuestro navegador va almacenando las llamadas cookies. Las cookies sirven para dar persistencia a nuestra experiencia web. Gracias a ellas no nos tenemos que logar en un sitio web varias veces durante un periodo de tiempo determinado. Pero también pueden servir de identificador único de nuestras preferencias e información de nuestro perfil en el sitio web. A menudo ocurre que durante nuestra navegación por la red, comenzamos a ver publicidad sobre las temáticas en las que nos hayamos interesado recientemente o geolocalizadas en nuestra ciudad.
Cuando varios sitios web deciden compartir entre sí esta información, surge la posibilidad de crear el perfil del usuario, utilizando datos como los sitios que ha visitado, los productos que ha comprado o buscado, su dirección, y cualquier otro dato que haya proporcionado a cualquiera de los sitios: su edad, sexo, estado civil, empleo, información financiera… la lista incluye todo lo que alguna vez se haya compartido en Internet. Todo esto es muy valioso.
- Dispositivos usados para navegar por la red: algunos sitios web también almacenan información de los dispositivos utilizados en la conexión.
Usos de la huella digital
La huella digital es una mina para anunciantes y comerciantes ya que así pueden recabar información sobre a qué usuarios dirigirse principalmente. No sé si conocéis la frase: “Si no estás pagando por el producto, ERES el producto”. Servicios que recibimos aparentemente de forma gratuita, se financian recopilando información sobre los usuarios, sobre sus círculos sociales y sobre sus intereses y preferencias. Aunque los servicios de pago, tampoco quedan exentos de realizar estas prácticas.
Por otro lado, en muchas empresas, a la hora de realizar la selección de candidatos, les buscan en la red. Esto no tiene porqué ser negativo, si se ha cuidado la imagen. Puesto que se valora positivamente la participación en redes sociales, blogs, comentarios que dan una idea de las inquietudes de la persona y demás actividades que fomentan el crecimiento personal.
Cuidar nuestra huella digital
Muchas veces nos damos de alta en diversas redes sociales y con el paso del tiempo olvidamos nuestros perfiles. Bien sea porque esa red se ha quedado fuera de nuestro rango de edad, o que simplemente ha dejado de interesarnos. Lo ideal sería revisar nuestros perfiles y borrar los que actualmente no estemos manteniendo.
Una buena idea y muy sencilla de llevar a cabo, al menos el primer paso, es buscar nuestro nombre entrecomillado en un buscador de Internet. Así veremos información disponible sobre nosotros en la red, pudiendo ponernos en contacto posteriormente con los sitios que la publican en el caso de querer eliminarla o modificar las opciones de privacidad del sitio para que no se muestre públicamente. Es muy importante tener claro que quién debe retirar la información es quién la publicó y no quien le da visibilidad. Por ejemplo, si nos buscamos en Google y aparece algo que no nos gustaría que fuera público, debemos ponernos en contacto con quién lo ha publicado, Google simplemente indexa información.
A la hora de navegar podemos protegernos de las cookies haciendo uso de la “Navegación Privada”, opción disponible en todos los navegadores. Así las cookies se eliminarán tras cada sesión de navegación, pero ten en cuenta que la IP no se ocultará, ni se evitará que los sitios web almacenen información sobre ti.
Para navegar de forma prácticamente anónima se puede realizar la conexión a través de un proxy o proxy-web de tal forma que los sitios que visites almacenarán la información de ese proxy.
En la búsqueda de la anonimización casi total, tenemos los llamados anonimizadores de conexión, siendo uno de los más conocidos Tor.
Los dos puntos anteriores pueden ser bastante complejos para un usuario medio, que tampoco necesitará llegar a esos extremos. Lo que sí es muy importante es tener una serie de cuidados en el día a día como son:
- Registro en sitios sólo de confianza.
- Leer todas las políticas de uso y privacidad, cuidado con los supuestos sorteos que sólo buscan recabar información.
- Controlar la privacidad y el contenido de las publicaciones en las redes sociales. Muy importante también controlar a quienes añadimos como amigos.
- Utilizar contraseñas seguras y cambiarlas de forma periódica, y si ocurre algún problema de contraseñas comprometidas como alguna vez ha pasado.
- Tener antivirus y éste actualizado.
- Compartir con los demás información sobre temáticas sobre las que más puedas aportar y que te puedan beneficiar de cara a tu presente y futuro, tanto laboral como personal. Aprende de lo que los demás compartan.
A pesar de todo lo que se pueda decir sobre la red, respecto al tema del que he hablado en mi post, por mi parte, valoro mucho el potencial que la red nos aporta para crecer. Por ello os invito a hacer uso de ella, pero por favor, siempre con cabeza y cuidando vuestra identidad digital.
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